
Creemos en un currículo que no se segmenta por asignaturas, sino que está organizado por ámbitos que favorecen la integración de los aprendizajes. Fomentamos una educación integral que parte de la comprensión y conocimiento de uno mismo y de los demás, y que tiene en cuenta las dimensiones emocional, relacional, artística, motriz o moral, y no solo el pensamiento racional.

Creemos en la diversidad como un valor a potenciar. El adulto mentor tiene en cuenta las necesidades individuales a la hora acompañar a cada uno en su desarrollo. Apostamos por un aprendizaje multidireccional entre edades, propiciando relaciones entre alumnado de diversas edades así como entre menores y adultos.

Aprendemos cuando nos encontramos en un entorno que garantiza nuestra seguridad física, emocional y pedagógica. El clima relacional, la participación democrática y los ambientes preparados son elementos fundamentales. Creemos que el error y la asunción de riesgos son partes inherentes al aprendizaje y elementos naturales y necesarios en el proceso de desarrollo personal.