Buscamos generar un impacto positivo en la sociedad a través de acciones educativas y de innovación. Sabemos que la clave está en la educación de los más jóvenes, que requieren contextos de aprendizaje que les permitan adquirir las herramientas necesarias para sacar adelante ideas de transformación socioambiental.
La forma en que se llevan a cabo las actividades siempre buscan un Triple Balance, midiendo los resultados en todas sus fases y proyectos no sólo desde la perspectiva económica, sino también en relación al impacto ecológico y el impacto social que producen.
Éste es un compromiso que está en el ADN de la organización y se vive como una oportunidad para dotar de coherencia al proyecto y la enseñanza que allí se comparte.
Trabajar con indicadores de gestión financiera, ambiental y social es un apoyo a la toma de decisiones de la organización, de forma que sean más justas y equilibradas, y mejora la propia gestión, la relación con las personas y las partes implicadas. De este modo alineamos los objetivos con los valores de la organización. Para ello nos apoyamos en varios organismos que están trabajando sobre esa mirada integral de las entidades, creando pautas y medidores y auditando su desarrollo, como son los grupos de Economía del Bien Común.