En los últimos años hemos visto como numerosos colegios convencionales presumen de la aplicación de metodologías ágiles. La implementación de metodologías ágiles en una escuela tradicional parte de una premisa muy clara: si las empresas utilizan metodologías ágiles debemos preparar a los niños para ser eficientes en esas empresas.
Ser un Agile Learning Center (ALC) es algo bien distinto. Un ALC es una comunidad de aprendizaje ágil y autoorganizada que mantiene una membresía activa en la red internacional de centros de aprendizaje ágil. Esta red permite que exista cierta flexibilidad aunque todos los ALC tenemos en común un modelo educativo que ilustramos con un árbol.
Los principales acuerdos que conforman la práctica de los ALC son ser respetuosos con las personas, conscientes y creadores de una cultura intencional. La forma de acompañar esto es mediante la facilitación ágil. Cada persona adulta que acompaña a los niños y niñas en el proceso de aprendizaje son facilitadoras.
El árbol ágil:
Los ALC utilizamos la metáfora de un árbol para ilustrar nuestro modelo educativo. En esta entrada te explicamos brevemente las partes del árbol que compartimos entre todos los ALC:
- El suelo y el sustrato: la base de todo el modelo educativo es la CONFIANZA. Esta es una de las principales diferencias entre los ALC y los entornos contemporáneos de escolarización masiva. Confiamos en la capacidad de los niños, de las niñas y de cualquier persona para discernir quiénes son, qué necesitan y qué decisiones contribuirán a conseguir lo que se proponen. Obviamente este es un proceso que no ocurre igual en todas las personas y debe ser acompañado y facilitado.
- Raíz número 1: APRENDIZAJE. El aprendizaje es natural y ocurre todo el tiempo. Jugar, crear, imaginar, moverse… son actividades que ocurren de manera natural y que producen aprendizajes muy valiosos o sustentan situaciones de aprendizaje formal en el futuro.
- Raíz número 2: AUTODIRECCIÓN. Las personas aprenden mejor cuando toman sus propias decisiones. Los niños y niñas son personas. Decidir sobre el proceso de aprendizaje tiene un gran efecto sobre la motivación, pero también es un aprendizaje en sí mismo.
- Raíz número 3: EXPERIENCIA. Aprendemos más de la cultura y el entorno que nos rodea que de los mensajes que recibimos. Lo cual significa que el medio es el mensaje.
- Raíz número 4: ÉXITO. Hay un mayor potencial de aprendizaje cuando la situación se conduce a través de un ciclo en el que se establecen las intenciones de aprendizaje, después se pone en práctica, se reflexiona sobre la práctica y por último se comparte con los demás.
Por supuesto, el árbol ágil no termina en sus raíces. El tronco, las ramas y las hojas también son importantes, pero las dejaremos para otro post.
Esperamos que este artículo te ayude a entender qué significa ser un centro de aprendizaje ágil. Si tienes interés en saber más sobre ello, o quieres formar parte de la red, ponte en contacto con nosotras.