¿Por qué estamos en el Mercado Social?

Desde que nació Origami lo hizo con la vocación de ser una entidad que formara parte de la economía social y solidaria. Las diferentes iniciativas del Mercado Social siempre habían sido una inspiración por ofrecer una economía más justa y ética.

Creemos que cualquier negocio debe cumplir con los criterios de la Carta de principios de la Economía Solidaria, pero es todavía más importante para una escuela que educa en valores relacionados con la justicia social y la responsabilidad ambiental.

Los principios de la carta de la economía solidaria son:

  • Equidad: Consideramos que la equidad introduce un principio ético o de justicia en la igualdad. Es un valor que reconoce a todas las personas como sujetos de igual dignidad, y protege su derecho a no estar sometidas a relaciones basadas en la dominación sea cual sea su condición social, género, edad, etnia, origen, capacidad, etc.
  • Trabajo: Afirmamos la importancia de recuperar la dimensión humana, social, política, económica y cultural del trabajo que permita el desarrollo de las capacidades de las personas, produciendo bienes y servicios, para satisfacer las verdaderas necesidades de la población. Por eso para nosotras el trabajo es mucho más que un empleo o una ocupación.
  • Sostenibilidad ambiental: Consideramos que toda nuestra actividad productiva y económica está relacionada con la naturaleza, por ello nuestra alianza con ella y el reconocimiento de sus derechos es nuestro punto de partida. Creemos que nuestra buena relación con la naturaleza es una fuente de riqueza económica, y de salud para todas. De ahí la necesidad fundamental de integrar la sostenibilidad ambiental en todas nuestras acciones.
  • Cooperación: Partimos de que la Economía Solidaria está basada en una ética participativa y democrática, que quiere fomentar el aprendizaje y el trabajo cooperativo entre personas y organizaciones, mediante procesos de colaboración, de toma de decisiones conjuntas, de asunción compartida de responsabilidades y deberes, que garanticen la máxima horizontalidad posible a la vez que respeten la autonomía de cada una, sin generar dependencias.
  • Sin fines lucrativos: El modelo económico que practicamos y perseguimos tiene como finalidad el desarrollo integral, colectivo o individual de las personas, y como medio, la gestión eficiente de proyectos económicamente viables, sostenibles e integralmente rentables, cuyos beneficios se reinserten y redistribuyen. Esta “no-lucratividad” está intimamente unida a nuestra forma de medir los balances de resultados, que tienen en cuenta no solo los aspectos económicos, sino también los aspectos humanos, sociales, ambientales, culturales y participativos.
  • Compromiso con el entorno: Nuestro compromiso con el entorno se concreta en la participación en el desarrollo local, sostenible comunitario del territorio. Nuestras organizaciones están plenamente integradas en el territorio y entorno social en el que desarrollan sus actividades, lo que exige la implicación en redes y la cooperación con otras organizaciones del tejido social y económico cercano, dentro del mismo ámbito geográfico.

Además de comprometernos a cumplir dichos principios, formar parte del Mercado Social nos permite contribuir al desarrollo de esta cooperativa que está compuesta por empresas, entidades y personas físicas de diversos sectores que ponen en el centro la producción y el consumo de bienes y servicios, el respeto a los derechos humanos, el bienestar animal, la sostenibilidad del planeta y el bien común de la sociedad.

Las entidades que formamos parte del Mercado Social realizamos cada año un balance social y ambiental. Además, el Mercado Social de Madrid posee sus propia moneda social: los etics. Una modela alternativa al circuito económico convencional que trata de favorecer el consumo interno dentro de la cooperativa.

Te invitamos a conocer más esta iniciativa de transformación económica y a ampliar la red de entidades y consumidores responsables.