Ocio, tiempo libre y calidad de vida

El tiempo de ocio es un elemento clave para la calidad de vida y la salud mental de todas las personas. Está relacionado con el bienestar emocional, nos proporciona descanso, enriquece las relaciones sociales, fomenta el conocimiento del entorno, despierta nuevas inquietudes, nos conecta con nuestros intereses y deseos. Con el estilo de vida acelerado que llevamos, dedicar nuestro tiempo libre al autocuidado sin culpa o no llenarlo sin sentido por miedo al silencio, no son tareas fáciles. A disfrutar del tiempo libre se puede aprender y es una inversión en salud.

Nuestros programas de educación no formal o tiempo libre, fomentan el ocio saludable de adolescentes, niñas y niños. A través del acompañamiento de Origami, basado en el aprendizaje autodirigido y las metodologías ágiles, les ayudamos a conectar con sus necesidades e intereses para que sean capaces de ganar autonomía y capacidad de autogestión de su tiempo de ocio. Organizamos talleres, salidas, pernoctas, excursiones, días sin cole, viajes, campus temáticos, grupos de montaña, campamentos y otras muchas actividades de ocio educativo.

En cuanto a las actividades de verano, el equipo de facilitadoras de Origami lleva varios años organizando campamentos propios y para terceros, adaptando las propuestas a las entidades que nos lo solicitan, pero siempre con nuestro estilo de facilitación grupal y acompañamiento emocional, desde el respeto a la individualidad y a los tiempos y necesidades de las personas participantes. Partimos de una propuesta de funcionamiento y calendario de actividades pero vamos incorporando las propuestas y transfiriendo la organización a las personas participantes a medida que vamos generando vínculo y ganando seguridad y autonomía.
Nuestros campamentos de verano permiten a las familias la conciliación laboral y familiar durante el periodo vacacional mientras las niñas y niños participantes disfrutan de su tiempo libre en un espacio seguro y acompañado con respeto, confianza, amor y alegría.

«En el tiempo que compartimos creamos: vínculos con otras personas, generadores de amistad y de pertenencia; mayor conocimiento del entorno social y ambiental, generador de respeto y responsabilidad; autonomía personal, generadora de autoestima y libertad; capacidad de autoorganización grupal, generadora de nuevos proyectos y horizontes.»