En todas y cada una de las etapas de la vida del ser humano, estamos obligadas a tomar decisiones: desde elegir a qué jugar, qué libro leer, qué hacer en vacaciones, a qué colegio llevar a nuestras hijas e hijos, hasta qué camino nos conecta más con lo que queremos ser en nuestra vida.
Decidir no es algo opcional, por más que queramos no podemos abstenernos de hacerlo, porque decidir no tomar una decisión implica de por sí haberlo hecho. Por otra parte, si no somos nosotras las que decidimos, es bastante seguro que alguien lo hará en nuestro lugar. Por eso es tan importante y necesario acostumbrarse desde la infancia a tomar decisiones activamente.
Esta es una de las razones por las que las niñas y niños en Senbazuru toman decisiones desde que llegan por la mañana y ponen sus intenciones. Apostamos porque desde la infancia aprendan a tomar sus propias decisiones y sean capaces de comprometerse con ellas.
Pero además la toma de decisiones tiene una dimensión que trasciende a lo individual, cuando nos encontramos dentro de una comunidad, cuando tomamos decisiones que afectan a lo colectivo.
En la Comunidad de Senbazuru las niñas y niños participan de forma activa en la toma de decisiones sobre el funcionamiento de su colegio, a través de las Reuniones de Cambio. Esta herramienta permite generar una propia cultura que rige nuestra convivencia. Tanto niñas/os como adultas/os somos responsables de co-crear la cultura que queremos vivir.
En general, en la escolarización las niñas y niños se insertan en una cultura predeterminada por los adultos. En Senbazuru contamos con herramientas que nos permiten activar la inteligencia colectiva y así poder construir la cultura en la que queremos convivir.
Al construir nuestra cultura, aprendemos a vernos niños/as y adultas, todos como personas, con la misma autoridad, voz y voto para ser escuchadas dentro de la comunidad, dando el mismo valor a todas por igual, en la toma de decisiones y la expresión de nuestras ideas. Esta es la única forma en la que realmente nos comprometeremos con nuestra cultura y asumiremos nuestra parte de responsabilidad para que se pongan en marcha los acuerdos de convivencia.